martes, 14 de abril de 2015

Leandro Fernández

La actual es una temporada atípica en el fútbol argentino. La decisión de formar un torneo de 30 equipos ha propiciado que baje considerablemente el nivel del campeonato, y eso también significa que algunos equipos ya no miren con tanto pánico los promedios para el futuro descenso. Godoy Cruz es uno de esos conjuntos. No ha empezado bien el curso, pero el promedio, que tiene en cuenta los resultados de las últimas 4 temporadas, le da un respiro. De la mano de Daniel Oldrá, toda una institución en el club bodeguero, el equipo anda cerca de los puestos bajos, a pesar de que está desplegando un juego ciertamente atractivo y posee a uno de los mayores goleadores del torneo: Leandro Fernández. Surgido en Defensa y Justicia, tuvo un breve paso por México, en Tijuana, y Ferrocarril Oeste, antes de volver a Florencio Varela. Más tarde se marchó a Guatemala, para jugar en Comunicaciones, y desde 2014 pertenece a Godoy Cruz. Anotó 2 goles en 14 encuentros la campaña pasada y en esta, su segunda en el cuadro mendocino, ya lleva 6 dianas en 8 partidos.

-Nombre: Leandro Miguel Fernández

-Lugar de nacimiento: Santa Fe, Argentina

-Edad: 24 (12-3-1991)

-Club: Godoy Cruz

-Altura y peso: 1,78 y 70 kgs.

-Demarcación: Delantero

-Contrato: 30-12-2016


Con el dorsal 9 a la espalda, Leandro Fernández no es un jugador que destaque a simple vista en cuanto a presencia física, pero sí lo hará por la cantidad de zonas por la que es capaz de aparecer en el frente de ataque. Puede jugar por la derecha, aunque su posición original es la de punta o segundo delantero, y ahí es donde juega habitualmente en Godoy Cruz, que suele apostar por alinear a dos delanteros. En esta dupla, Fernández actúa como el delantero más retrasado, retrocediendo mucho y con suma frecuencia su posición para entrar más en juego, ayudar en tareas de elaboración y servir de nexo entre los medios y su compañero de ataque. Es habitual que este movimiento se repita una y otra vez, y que pase la mayor parte del encuentro fuera del área, también cayendo a los costados y haciendo muy complicado que el defensor lo tenga controlado de cerca. Esto propicia que sus llegadas a portería sean más por apariciones entrando desde atrás, que por presencia en el área.

Encuentra en el juego de espaldas una de sus mayores virtudes, por lo que es usual que Godoy Cruz recurra al balón en largo y a un juego más directo para que Fernández la proteja, la aguante y descargue con criterio. Una vez que la baja, tanto tocando de cara, como girándose y buscando al delantero referencia, es una de las formas más reiteradas que persigue el equipo para atacar. Cuando aparece por la medular colabora en la gestación de la jugada, ya sea sirviendo de apoyo en la combinación o aventurándose a transportar la pelota hacia el ataque en conducción. Trabajador incansable y perseverante, intenso y agresivo en su juego, su empuje es muy importante para la presión alta que suele ejercer Godoy Cruz, ya que sin balón sí se pone a la altura del otro delantero y es habitual que asfixie la salida del rival y acuda a la presión del defensor con mucha vehemencia. No da un balón por perdido y no encuentra inconvenientes en perseguir al defensa hasta recuperar la pelota.

Vivo, con buen sentido de la anticipación, es muy hábil y con una gran ligereza en sus movimientos, lo que le permite amagar y engañar al defensor con bastante efectividad, y un giro muy rápido. No posee una calidad técnica refinada, pero sí un aceptable manejo de la pelota y la conserva con habilidad frente al defensor, con un recorte hacia dentro seco y muy controlado, que le sirve para deshacerse del defensor. En algunas ocasiones le cuesta controlar de primeras, lo que le lleva a que la pelota se le vaya o tener que utilizar más de un toques para dominarla, sin embargo, sí tiene muy buen primer toque de balón cuando ejecuta el disparo o para asistir, a veces incluso sin necesidad de mirar al compañero, recurso que emplea en muchas ocasiones y que le hacen caer en la precipitación en más de vez. Diestro, aunque emplea con asiduidad la zurda, posee un golpeo de balón duro y seco, con un disparo peligroso desde media distancia que no duda en poner en práctica, y le hacen ser el encargado de ejecutar el balón parado, especialmente los saques de esquina y penaltis. En los últimos tiempos ha mejorado bastante en la definición.


Colaboración en la presión
Cuando Godoy Cruz no tiene la pelota los dos delanteros se sitúan a la misma altura, tratan de realizar una presión alta y Fernández suele ser el primer jugador que va a ejercer esa presión en busca de la pelota o intentar provocar el fallo rival. 


Desmarque dentro del área
En un saque de esquina muestra su inteligencia para desmarcarse del rival, esperando un eventual rechace. La pelota le acaba llegando y remata a portería.


Retrasa su posición hasta el centro del campo

Se retrasa muchos metros hasta posiciones centrales para entrar más en contacto con la pelota, ayudar en la elaboración de la jugada y actuar de enlace entre los medios y el delantero. Es habitual que venga a recibir y se gire rápidamente para buscar el pase en largo al punta referencial.


Ataque posicional
Cuando el equipo ataca de manera más estática, también es frecuente que parte desde muy lejos del área, pareciendo a veces más un centrocampista o mediapunta que delantero.



Posición escalonada de los dos puntas

Siempre por detrás del delantero referencia, que fija mucho más a los centrales, él cae a la mediapunta, a la espalda de los mediocentros rivales, y moviéndose con más libertad por todo la zona ofensiva.


Juego directo
Godoy Cruz busca con suma frecuencia el juego en largo, y ahí Leandro Fernández aparece siempre para tratar de bajarla y posteriormente descargar de cara con los medios y entrar en el juego de combinación, o girarse rápidamente y prolongar la pelota.

martes, 7 de abril de 2015

Ramón Ábila

El pasado mes de Noviembre, Huracán conseguía alzar un título 41 años después. Al poco tiempo, logró volver a la máxima categoría del fútbol argentino. En estos éxitos, tuvo bastante que ver un delantero curtido en las divisiones inferiores del país, que explotó su vena más goleadora al llegar a Parque Patricios. Su nombre es Ramón Ábila, aunque muchos lo conocen por “Wanchope”, y tras surgir en Instituto de Córdoba, y militar en Sarmiento y Deportivo Morón, llegó a Huracán en la 13/14, y  donde después de un primer semestre dubitativo, destapó lo mejor de sí para entrar en la historia del globo al levantar la Copa argentina y devolver al equipo a la Primera división 3 años después.

-Nombre: Ramón Darío Ábila

-Lugar de nacimiento: Córdoba, Argentina

-Edad: 25 (14-10-1989)

-Club: Huracán

-Altura y peso: 1,78 y 65 kgs.

-Demarcación: Delantero



Ábila es un ariete de una considerable corpulencia física, en la que si bien no destaca por su estatura, sí lo hace por robustez, fuerza y una exuberante potencia. Es ancho, e incluso puede dar la sensación de que le sobra algún kilo, aunque parece un aspecto más de complexión natural que de dejadez. Estas condiciones le hacen enfocar su juego hacia una lucha muy física con el defensor, recurriendo con frecuencia al cuerpo a cuerpo. Buen juego de espaldas, protege la pelota con habilidad frente al defensor, haciendo uso de su fisonomía. Con un tren inferior muy poderoso, esto también le beneficia para ganar la posición. 

Diestro, aunque también acostumbra a utilizar su perfil izquierdo, es limitado en cuanto a calidad técnica, y aunque a veces se pierde en amagos o regates que le cuestan, por lo general lo suple con inteligencia para buscar el apoyo y sacarse la pelota rápido de encima. Sabe de sus limitaciones y trata de minimizar complicaciones. Es lento, y no demasiado ágil de movimientos, lo que hace que en el área muchas veces se imponga a las defensas rivales por puro instinto o anticipación. En carrera, su falta de velocidad la sustituye con su fuerza y capacidad para proteger su posición y la pelota, una vez que parte en ventaja hacia la portería. Su solidaridad y determinación en el esfuerzo es uno de sus mayores avales. No da una por perdida, encima al zaguero y va a todas con una fe admirable.

Ramón Ábila es el clásico ‘9’ que todo lo pelea y todo lo remata. En el 4-2-3-1 que suele emplear Huracán, Ábila es la referencia absoluta, y a pesar de que por momentos puede parecer muy aislado respecto del resto del equipo, se siente cómodo en este contexto. Aunque es un punta de área, mantiene una movilidad interesante por todo el frente de ataque, especialmente cuando su equipo no tiene la pelota, presionando con perseverancia la salida de balón del contrario, en busca del error de la defensa. Siempre con la portería entre ceja y ceja, trata en todo momento de buscar la espalda del central con sus desmarques, o en su defecto anticiparse a los centros que pueden llegarle desde los costados. Juega continuamente muy al límite del fuera de juego, no en vano es el delantero que más veces ha caído en ‘offside’ en lo que llevamos de campeonato, algo que tiene que mejorar. Oportunista, y con buena definición. Posee muy buenos recursos para la finalización, y en el mano a mano frente al portero, tanto rematando de primeras, como cuando suma algo más de pausa, hace gala de calidad en algunas ocasiones -picando la pelota con mucho ingenio-, y tira de pragmatismo con menos brillo en otras.


Posición habitual en ataque estático
Cuando su equipo es poseedor y busca la portería contraria, él permanece en el área, buscando opciones de remate tratando de superar a los centrales y esperando el centro desde los costados.

Anticipación a los centrales

Siempre atento al centro desde las bandas, se incluye entre los centrales y se anticipa a estos para ejecutar el remate.


Al límite del fuera de juego


Convive permanentemente al límite del fuera de juego, buscando la espalda del defensor para quedar mano a mano frente al portero.
Caída al costado

Sus caídas a bandas permiten desahogar el juego del equipo, buscan desacomodar al central para sacarle de su posición, y provoca que los jugadores de segunda línea tengan que incorporarse para buscar opciones de finalización.


Ramón Ábila vs Argentinos Juniors